jueves, 30 de agosto de 2007

Parashat Ki Tavó

Sábado 1 de septiembre

Rabino Yerahmiel Barylka

“"Maldito el que pervierta el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda".Y dirá todo el pueblo: "Amén". Devarim 27:19

"El tercer año, el año del diezmo, cuando acabes de separar todo el diezmo de tus frutos, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que coman en tus aldeas hasta saciarse. Y dirás delante de H’, tu D-os: »"He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos ni me he olvidado de ellos". Devarim 26:12-13

“Entonces dirás estas palabras delante de H’, tu D-os: "Aramí que quiso que mi padre perezca, hasta que descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres. Allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos afligieron y nos impusieron una dura servidumbre. Entonces clamamos a H’, el D-os de nuestros padres, y H’ oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión. H’ nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, con señales y milagros; nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel". Devarim 26:5-9


Si la de hoy fuera la primera lectura de nuestra vida de esta parashá y hubiéramos llegáramos a ella comprendiendo el texto pero sin haber estudiado nunca las infinitas interpretaciones de la Torá, igualmente podríamos hacer un resumen de las normas sociales con la lectura de los tres fragmentos citados. El primero se refiere a los derechos del "otro", el segundo a nuestra casa y a nuestra familia, y el tercero a toda la nación. A partir de ellos podríamos explicar claramente las bases del pensamiento judío.

Esta parashá es una intersección entre el texto de Devarim y los capítulos que finalizarán la lectura de todo el Pentateuco. La serie de mitzvot que estuvimos estudiando a lo largo del libro se clausura con la de Bicurim y con la Confesión de los Diezmos, para dar paso al texto de despedida. Digno marco que nos recuerda nuevamente nuestras obligaciones con los más necesitados, incluso cuando ellos son "extranjeros" o ajenos.
Cuando recogemos los frutos a tiempo y los podemos llevar al Templo, debemos reconocer antes que nada la magnanimidad del Creador que bendice nuestra tierra y proclamar jubilosamente que no nos hemos olvidado del cumplimiento de los deberes con el leví, el extranjero, el huérfano y la viuda, ni hemos violado los mandamientos.

Ahora somos libres, y tenemos incluso independencia económica y en estos momentos no está demás contar con memoria histórica recordando a uno de nuestros antepasados. Sí a un miembro de nuestra propia familia que fue malvado y que intentó engañar a otro de nuestros antepasados. Ese personaje ruin, que se presenta tras declaraciones de solidaridad y amor, de buena voluntad y de buenas intenciones, que se aprovecha de nuestra ingenuidad no puede estar ausente porque nos acompaña siempre. La declaratoria nombrándolo, es para tener presente que si bien debemos seguir siendo idealistas, necesitamos estar alertas frente a quienes desean hacernos el mal. (Si aceptáramos otras lecturas del mismo versículo, podríamos afirmar que no está demás recordar el tiempo de nuestras carencias cuando contamos con abundancia, para estimularnos a ayudar a otros cadenciados).

Esta parashá nos trae además el pacto según el cual once acciones diferentes provocan que sus autores sean maldecidos. Prohibiciones que por lo general se transgreden en forma privada. Ese acto solemne realizado antes del ingreso a la Tierra de Israel tiene mucha fuerza por sí mismo cuando el poder intimidatorio de la ley no es suficiente para que sea aplicada.
La enumeración de las maldiciones nos descubre así un nuevo modelo de derecho que a su vez inspira su relación con normas legisladas muchos años después, casi sin percibirlo.

Hay delitos y faltas que no se pueden comprobar o que aún no han sido legisladas y si siguiéramos el principio que todo lo que no está expresamente prohibido es lícito, permitirían, como lo hacen en la mayoría de los códigos, absolver al culpable. "Nullum crimen, nulla poena, sine lege praevia", es una regla que para quienes hablamos español no necesita traducción y fue creada para dar seguridad a las personas y evitar se comentan contra ellas injusticias. No hay crimen ni pena sin una ley previa, establece el principio de tipicidad y de irretroactividad de las normas penales y debemos festejarlo. Pero, a veces no es suficiente. Incluso otra regla instaura, justamente que no hay pena sin condena en juicio. Pero, todos sabemos que no siempre los delitos pueden ser probados.

Entonces, viene nuestra parashá y nos trae una pena de otro tipo: la maldición, diciéndonos, que no se alegren aquellos que buscan y más de una vez consiguen esconderse en los recovecos de la ley que infringen solapadamente y que pueden seguir presentándose en sociedad como personas honorables.
Quizás nadie se haya enterado de sus faltas, pero, hay un ojo que ve, un oído que oye, y una mano que escribe todo en un registro indeleble. Y si eso no fuera suficiente, está la voz de “maldito” que la sociedad grita, condenando al supuesto inocente.

Y, la Torá nos obliga nuevamente a elegir. Y nosotros elegimos, ya tan cerca del Día del Juicio, de su propio texto:
»Si realmente escuchas a H’ tu D-os, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, H’ tu D-os te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces a H’ tu D-os, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar. Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino. H’ te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada. H’ bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos. H’ tu D-os te bendecirá en la tierra que te ha dado. H’ te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos. Todas las naciones de la tierra te respetarán al reconocerte como el pueblo del SEÑOR. H’ te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que juró a tus antepasados que te daría. H’ abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. H’ te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos de H’ tu D-os que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado. Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses».

Shabat Shalom, desde Sión,

viernes, 24 de agosto de 2007

jueves, 23 de agosto de 2007

Parashat Ki Tetzé

Sábado 25 de agosto

Rabino Yerahmiel Barylka

“Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y H' tu D-os los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste"
Devarim 21:10-14)


La lectura semanal de esta semana contiene nada menos que el 12% de las 613 mitzvot de toda la Torá. Un montículo de mitzvot, enumeradas en su mayoría en forma muy breve. Ello invitó a nuestros sabios a buscar la relación que existe entre todas las mitzvot enumeradas y una de las conclusiones más evidentes, aunque no recibida unánimemente como correcta, pareciera ser que la mayoría de ellas trata acerca de preceptos referidos a las personas respecto a sus familias y sus hogares. Muchas de las normas humanitarias relacionadas con la defensa de los integrantes más débiles de la sociedad enumerados en el texto, recién recibieron sanción legislativa en las naciones en los últimos 200 años.

Los versículos citados en el prólogo de este comentario nos describen las limitaciones y restricciones en la conducta de los soldados hacia la mujer, durante la guerra, medidas que no son aplicables en su letra, en nuestros días. No se podía tener relaciones con una mujer cautiva, sino después que ella elaborara el duelo por la pérdida de su familia –que bien pudo haber muerto en la batalla-, probablemente por la acción de quien desea tomarla como esposa. Debía esperar sin tocarla, mientras se rasuraba la cabeza, desarreglaba sus uñas afeando sus manos, para alejarla de su deseo. Todo ello para provocar que el soldado en el fragor de la batalla aparte sus ojos del deseo de la posesión de un ser humano y mantener la imagen divina. La Torá desea evitar la violación de las mujeres capturadas, conducta que continúa en nuestros días, también entre las fuerzas armadas de países civilizados, y no es menester dar ejemplos por todos conocidos.

Esa actitud de la soldadesca es descrita incluso por la profetiza Débora, mujer al fin cuando dice en Jueces 5:30 "¿No han hallado botín, y lo están repartiendo? A cada uno una doncella, o dos; las vestiduras de colores para Sísra, las vestiduras bordadas de colores; la ropa de color bordada de ambos lados, para los jefes de los que tomaron el botín". El texto revelador, pese a su belleza y en hebreo lo es más aún, no deja de ser horripilante. No menos ilustrativa es esta cita de Tehilim 45: 10-16: "¡Oye, hija, mira e inclina tu oído! olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y deseará el rey tu hermosura. Inclínate delante de él, porque él es tu señor. Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; vírgenes irán en pos de ella, sus compañeras serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del rey. En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra." Texto que hace referencia a monarcas justos, pero que no deja de aterrarnos por su significado, ya que a sus aposentos eran conducidas las mujeres cautivas más bellas.

El versículo "toda gloriosa es la hija del rey en su morada", se convirtió paradójicamente en el significante más importante del recado en el pueblo de Israel, una vez que se quitara de su contexto. Frase que en nuestra época se reinterpreta para darle significado y abrirle el espacio a la mujer observante que desea descollar en su trabajo y en su aporte también fuera de su casa, buscando una combinación –posible por cierto- entre circunspección y acción social y laboral.
Regresemos nuevamente a nuestra parashá y al comentario que hiciéramos sobre los límites a los derechos de los monarcas, los gobiernos y las autoridades en la parashá Shoftim de la semana pasada. Ninguna norma del derecho internacional podría dictarse hoy día con las limitaciones que la Torá expuso en el tratamiento de mujeres cautivas, sin embargo, las mismas no pierden ni un ápice en la misericordia que nos desean enseñar, como en la necesidad de poder inculcar frenos en la conducta de quienes se sienten dueños de la vida y del destino del otro.

Cuando Marco Tulio Cicerón, el político, filósofo, escritor y orador romano, enunciaba que "durante las guerras se enmudecen las normas", planteaba una realidad con la que la Torá no podía comulgar. Para él, la guerra era un paréntesis en la vida normativa. Para nosotros no hay excepción a la Ley, por ello, surgen las normas de la guerra.
El mismo profeta Mijá que nos dice (en 4:13) "¡Levántate y trilla, hija de Sión! Porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas, de bronce: desmenuzarás a muchos pueblos y consagrarás a H' su botín, y sus riquezas, al Señor de toda la tierra", es el que en el principio del mismo capítulo (3), nos afirma: "Él juzgará entre muchos pueblos y corregirá a naciones poderosas y lejanas. Ellos convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación alzará la espada contra otra nación ni se preparará más para la guerra." Y no hay contradicción.

En las guerras que estamos obligados a emprender debemos luchar para defendernos y ganarlas, pero, durante la lucha no podemos ni debemos perder el sentido de la normatividad.
Israel aún está en guerra. Nuestros soldados deben enfrentarse cotidianamente con sus propios instintos exacerbados en la lucha, alterados por la muerte y las heridas de sus propios compañeros y de sus adversarios y por las normas de los enemigos que no respetan ley ni convención internacional, y sin embargo deben actuar según los principios judíos.
Los soldados en el frente saben lo que les sucedería si cayeran en cautiverio en manos del Hamas o del Hizballah como antes también de los egipcios, los jordanos, los sirios o el Fatah. Pueden imaginarse sin mucho esfuerzo el destino que podría tener una hija o una hermana si fueran hechas cautivas, y sin embargo deben luchar aplicando la ética de la guerra y si no lo hicieren serían castigados.
Falta aún para el cumplimiento de las profecías de Mijá, pero, no es tarde para cumplir con el espíritu de las normas de las dos últimas parashiot.

Shabat Shalom, desde Sión,

Adolf Eichmann y la toma de decisiones en la “Solución Final” de la Cuestión Judía

(última parte)


Prof. Abraham Zylberman


EL JUICIO EN JERUSALEM

En 1957 es descubierto por los servicios secretos de Israel, quienes demoran dos años en determinar su identidad. El 1º de mayo de 1960 llega a Buenos Aires un grupo israelí e inician el operativo para su captura. El equipo, dirigido por Rafael Eitan y coordinado por Peter Malkin, inicia una vigilancia durante casi dos semanas. Finalmente lo secuestraron el 11 de mayo de 1960, a las 20, cuando se bajó de un colectivo, a su regreso del trabajo. Tras mantenerlo cautivo durante nueve días, fue llevado a Ezeiza y subido a un avión que trasladaba a una delegación oficial israelí de vuelta a su país después de participar en la conmemoración del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo. Viajó drogado y vestido como un integrante de la tripulación. La primera en denunciar el secuestro fue la mujer del ex jerarca nazi, que ante la Justicia debió reconocer que Klement era Eichmann, cuando entregó el documento extendido por la Cruz Roja al iniciar los trámites para pedir su extradición desde Israel.

Adolf Eichmann fue juzgado bajo la Ley de Castigo a los Nazis y sus Colaboradores, aprobada en 1950. Se le imputaron 15 delitos, que incluían crímenes contra el pueblo judío, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y participación en diversas organizaciones criminales, entre ellas las SS, el SD y la Gestapo. Los cargos en su contra también incluían crímenes contra polacos, eslovenos, gitanos y checos.

El juicio comenzó el 10 de abril de 1961 en la Corte del Distrito de Jerusalén, integrado por tres jueces – Moshé Landau, presidente del Tribunal y miembro de la Corte Suprema; Biniamin Halevi, presidente de la Corte del Distrito de Jerusalén e Itzjak Ravé, miembro de la Corte del Distrito de Tel Aviv. El fiscal fue Guidón Hausner, procurador general del Estado de Israel. El defensor de Eichmann fue Robert Servatius, un abogado alemán que había actuado en los juicios de Nuremberg.

El juicio se extendió por cuatro meses ante una sala colmada de público. Por su seguridad Eichmann estaba sentado dentro de una cabina protegida por un vidrio blindado a prueba de balas. Los asistentes al juicio, muchos de ellos sobrevivientes del Holocausto estaban tan conmocionados que frecuentemente algunos gritaban en medio de las sesiones. La fiscalía inició su presentación resumiendo la historia del Holocausto. Hausner convocó a 12 testigos que testimoniaron sobre la participación de Eichmann en la coordinación y ejecución de la Solución Final. Además, presentó 1.600 documentos que proporcionaron detalles de la persecución a los judíos europeos en todos sus aspectos y que demostraban el involucramiento personal de Eichmann en los planes y en el proceso de exterminio. La defensa no cuestionó las evidencias presentadas ni su autenticidad. Su argumento central fue que los jueces judíos israelíes no eran imparciales sino se guiaban por el prejuicio; además, el juicio no era legítimo, pues su cliente había sido secuestrado y llevado a Israel en contra de su voluntad.

Por otra parte, la ley bajo la cual se lo juzgaba era inaplicable porque había sido promulgada después del Holocausto y el juicio no debía realizarse en Israel pues los crímenes fueron cometidos fuera del país y antes que el Estado haya sido creado. Todos los argumentos fueron rechazados por los jueces. La defensa también alegó que no había actuado por su propia voluntad, sino cumpliendo órdenes, argumento que también fue rechazado. Eichmann se declaró “inocente de los términos de la acusación”. Se defendió argumentando que su participación en el Holocausto se limitó a ser un simple ejecutor de órdenes superiores y no un Heydrich o un Himmler. Pero lo cierto es que entró en conflicto con éstos en numerosas ocasiones debido al excesivo celo puesto en la idea de la "Solución Final”, excediéndose en las órdenes recibidas, ya que, cuando a finales de la guerra su superior Himmler decidió acabar con los asesinatos masivos de judíos, Eichmann continuó dando las órdenes pertinentes para que se siguieran produciendo.

En el juicio dejó algunos testimonios del porqué de su participación en el Holocausto: '"No perseguí a los judíos con avidez ni con placer. Fue el gobierno quien lo hizo. La persecución, por otra parte, sólo podía decidirla un gobierno, pero en ningún caso yo. Acuso a los gobernantes de haber abusado de mi obediencia. En aquella época era exigida la obediencia, tal como lo fue más tarde de los subalternos." argumentó. “Yo protestaría contra una sentencia que me encontrara culpable, como una persona que cumplió con lo que le exigía su juramento del cargo y la bandera y que tenía que servir su patria en aquella dura lucha. Al contrario de lo que han hecho muchos antiguos compañeros míos, yo puedo y yo quiero hablar y al mundo entero le grito: nosotros, los alemanes, cumplimos con nuestro deber y no somos culpables....Y estaba cada vez más convencido de la ineludible necesidad de una guerra total. Nuestros “delitos” se llevaron a cabo en una guerra total, una guerra que exigió millones de víctimas entre la población civil, que significó una lucha a vida o muerte y que el enemigo llevó adelante en forma despiadada...” agregó.

Fue declarado culpable de todos los delitos imputados y el 15 de diciembre de 1961 condenado a muerte. El fallo fue apelado, pero la Corte Suprema ratificó la sentencia. Incluso el presidente del estado, Itzjak Ben Zvi rechazó el pedido de clemencia. Eichmann fue ahorcado en la prisión de Ramle en la noche del 31 de mayo al 1º de junio de 1962. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas dispersadas en el Mediterráneo, fuera de las aguas territoriales de Israel, en presencia de algunos sobrevivientes del Holocausto.

La filósofa Hannah Arendt, quien hizo un ya clásico estudio del personaje y sus obras a raíz del juicio - Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal - quedó sorprendida por la nimiedad y las escasas dotes intelectuales del hombre que pasaba por ser el mayor asesino de Europa. "Lo más inquietante de Eichmann es que no era un monstruo, sino un ser humano", había declarado en alguna entrevista Peter Malkin, el agente que detuvo a Eichmann. En la persona de Eichmann convergen el ser jefe de la sección de Asuntos Judíos de la Gestapo y el hecho de que, habiendo ocupado su puesto a finales de 1939, él participó, desde sus comienzos, en todas las fases del desarrollo de la "Solución Final".

El académico francés Jean Cayrol, sobreviviente de un campo de concentración, guionista del mediometraje de Alain Resnais “Noche y niebla”, considerado por los expertos como la mejor película sobre el tema de la Shoá, nos plantea una serie de interrogantes al presentarse las últimas imágenes y oirse el relato que las acompaña: “Yo no soy responsable” dice el kapo; “Yo no soy responsable”, dice el oficial, “Yo no soy responsable...”, “Entonces, ¿quién es responsable?”... En alguna parte entre nosotros hay kapos afortunados, jefes recuperados, denunciadores desconocidos... Y estamos nosotros...” Estas reflexiones cobran vigencia cuando recordamos a Adolf Eichmann, el disciplinado oficinista que “cumplía órdenes, que no era responsable”. Como dijera el fiscal Guidon Hausner, Eichmann tuvo un privilegio que sus víctimas no tuvieron: el derecho a la defensa y a un juicio justo. Cuando subió al cadalso, no era una víctima inocente, como los millones que había ordenado asesinar, sino sabía porque sería ejecutado.



EL “PASAPORTE” EN EL MUSEO DEL HOLOCAUSTO - SHOA


El hallazgo del documento fue obra de la jueza federal, Dra. María Servini de Cubría, quien lo entregó al Museo del Holocausto - Shoa de Buenos Aires. La jueza dio con el documento por la presentación de María Galván, una investigadora de la Universidad de San Martín, que pidió el desarchivo de la causa. Una vez recuperada de la sorpresa, la magistrada resolvió entregar el documento en custodia al Museo del Holocausto, que atesora fotos y objetos aportados por sobrevivientes de la matanza.

El documento de viaje que permitió a Adolf Eichmann escapar de Europa para instalarse en Argentina le fue entregado el 1 de junio de 1950 por la Cruz Roja Internacional. El documento de viaje, forma parte de los documentos otorgados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desde 1945 a refugiados, desplazados y apátridas carentes de documentos de identidad.

El CICR conservó en sus archivos un duplicado de la demanda que Eichmann hizo para obtener un documento de viaje. Según un vocero de la CICR, “tras la Segunda Guerra Mundial masas de población en movimiento disfrutaron de documentos de viaje. El CICR no diponía de un sistema de investigación para comprobar su identidad. Josef Mengele y Klaus Barbie, otros dos criminales de guerra nazis, abandonaron igualmente Europa gracias a esos documentos de viaje del CICR. Esta historia es naturalmente lamentable. Abusaron de un sistema humanitario”.

Desde 1945, 500.000 personas se han beneficiado de documentos de viaje de la Cruz Roja. En 1999, el CICR reconoció que al menos 10 criminales de guerra nazis pudieron refugiarse en Argentina gracias a la ayuda de la organización. El documento de viaje de la Cruz Roja Internacional no es considerado un pasaporte nacional, pero permite a las personas sin papeles de identidad desplazarse a un Estado que esté dispuesto a recibirlos.



jueves, 16 de agosto de 2007

Parashat Shoftim

Sábado 18 de agosto

Rabino Yerahmiel Barylka

“Cuando hayas entrado en la tierra que H’, tu D-os, te da, tomes posesión de ella, la habites y digas: "Voy a poner un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores",… pondrás como rey…Pero él no deberá tener muchos caballos…Tampoco deberá tener muchas mujeres…; ni amontonará para sí demasiada plata ni oro. »Cuando se siente sobre el trono de su reino, deberá escribir esta Ley para su uso,… La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a H’, su D-os, guardando todas las palabras de esta Ley y estos estatutos, y poniéndolos por obra. Así no se elevará su corazón sobre sus hermanos, ni se apartará de estos mandamientos a la derecha ni a la izquierda, a fin de que él y sus hijos prolonguen los días de su reino en medio de Israel”
(Devarim 17:14-20).


Si bien la democracia occidental ha comenzado a regir los destinos de los pueblos hace varios siglos, aún no termina de imponerse en nuestros días y no solamente en los países con fraudes históricos o que eligen como tan cerca de casa a sus presidentes hereditarios por mayorías insólitas en referendos que les conceden casi el 100% de los votos emitidos. La prepotencia de los gobernantes que se creen con derechos sobre la ciudadanía y se sienten superiores a la ley y a los jueces en regimenes en los que las elecciones son limpias, tampoco dan motivos de aplauso.
La orden de "nombrar como rey a uno de tu mismo pueblo" que nos trae esta parashá (17:15), tiene las limitaciones escritas y las que luego se acrecentaron por nuestros sabios. Nombrar un soberano puede unirse a otros preceptos que debimos cumplir una vez que nos asentemos en la Tierra de Israel, como “dijo rabí Iehudá: tres mandamientos les dieron a los hijos de Israel cuando entraron al país. Que nombraran un rey, que extirparan la simiente de Amaleq y que construyeran el Templo” (Sanedrín 20b).

El Sefer Hajinuj pretende explicarnos la necesidad de soberano para evitar las luchas intestinas en el pueblo de Israel que podrían acabar con el orden político y alejar la paz.
Cuando la mishná en Shabat 14:4 nos dice: "Todos los hijos de Israel descienden de reyes" nos intenta enseñar que ante la Ley de la Torá todos somos iguales, y el rey es quien tiene que vigilar el cumplimiento de la ley, que no permite que nadie se sienta desobligado por ella.
Ya en la misma época bíblica nos encontramos con violaciones a las leyes y a debates acerca de la preeminencia de la ley. Y uno de los ejemplos más destacados tiene que ver con Navot, tal como leemos en I Reyes 21, que transcribimos al fin del comentario. El abuso del poder no es aceptado por nuestras normas. Estamos hablando de una época en la que ya el reinado se había consolidado y el mismo profeta Eliahu le rinde honor, "Pero la mano de H' estaba sobre Eliahu, que se ciñó la cintura y corrió delante de Ajab hasta llegar a Jezreel" (I Reyes 18:46).

El relato de la guemará en Sanedrín 19 a-b, nos ilustra de los límites que nuestros sabios colocaban a los poderes omnímodos de los reyes: “Dijo rabí Iosef: …los reyes de la casa de David pueden juzgar y ser juzgados… Cierta vez un esclavo del rey Ianái (de Iehudá), dio muerte a un hombre. Dijo entonces Shimón ben Shetaj a los sabios: pongan sus ojos sobre él, y juzguémoslo. – y ellos mandaron a decirle al rey: Tu esclavo mató a un hombre. El rey lo envió para que lo juzgarán y los sabios le mandaron a decir al rey Ianái: Tienes que venir tú también, porque la Torá dice ‘y a su dueño se le hubiere notificado’, el dueño del buey corneador que mata a una persona debe presentarse y quedarse junto a su buey- Vino el rey y tomó asiento. Shimón ben Shetaj le dijo: Ponte de pie, rey Ianái y que depongan ante ti los testigos. No estás ante nosotros, sino ante aquel (H’) que con su palabra creó el mundo, como dice el escrito: Entonces los dos litigantes se presentarán (Devarim 19:17)…” Shimón ben Shetaj era el presidente del Sanedrín y cuidaba su status incluso frente al rey. Era hermano de la reina Shlomtzión la esposa del rey Ianái y ya había debido huir previamente de las persecuciones reales. Sus relaciones con su cuñado supieron de altas y de bajas, pero el sabio no renunció a sus principios y la discusión de si los jueces juzgan y son juzgados que trae la guemará citada, no agota el tema. ¿Frente al poder sin límites, es posible que la judicatura imponga la Ley?

Nosotros sabemos que los controles que se ejercen sobre el ejecutivo deben luchar contra el poder y la fuerza y en épocas de comunicación abierta contra aquellos que cuentan con los medios para difamar a sus opositores y preferir sus intereses a los del pueblo.

El mensaje de la parashá es muy simple: Nadie es superior a la Torá, ni al resto de las personas. Acaparar bienes y lujos destruye a los líderes. Las instituciones jurídicas están por encima de los reyes.
Si se aplicaran estos principios tan simples en nuestros días, los pueblos serían más felices y las naciones no deberían atravesar por la vergüenza de ver a sus líderes en la picota pública.

No puedo terminar estos comentarios sin presentar la posición de Don Itzjak Abarbanel (1437-1508), quien además de ser un exégeta bíblico de primera línea fue también filósofo y se desempeñó como ministro de economía de varios soberanos de su época entre los que se encontró también Fernando de Aragón quien expulsó a los judíos de España en 1492. Abarbanel creía que la elección del rey es una mitzvá de hacer, pero, incluida dentro de una mitzvá no obligatoria. Después de su larga experiencia política y de su permanencia en las cortes, creía que el reinado contraría la Torá y que sólo el período de los Jueces fue derivado de la Autoridad Divina. El gobierno –decía don Itzjak- es una creación del instinto maligno.
Viendo cómo se comportan los gobiernos, incluso, los democráticos de nuestra época, resulta muy atractivo solidarizarse con el pensamiento de este filósofo judío.


Shabat Shalom desde Sión,

miércoles, 15 de agosto de 2007

La tumba del Rey Herodes

Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén encontraron los restos de la tumba del Rey Herodes, el último rey de los Judíos. El Prof. Ehud Netzer presenta las pruebas de su hallazgo y explica como fue el proceso que llevó a dar con esta reliquia. El significado de este hallazgo es de primer nivel ya que ayudará a entender un poco más sobre un período fundamental para el pueblo judío y para el cristianismo.

lunes, 13 de agosto de 2007

Adolf Eichmann y la toma de decisiones en la “Solución Final” de la Cuestión Judía

(segunda parte de tres)


Prof. Abraham Zylberman


EL ESTALLIDO DE LA GUERRA

Al ser creada la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA) en septiembre de 1939, Eichmann se puso al frente de la sección judía de la Gestapo disponiendo de un poder mayor que cualquier otro jefe de sección: trabajaba directamente bajo las órdenes de Reinhard Heydrich y en ocasiones, de Heinrich Himmler. El plan referente a la cuestión judía dentro del territorio ocupado estaba ya dispuesto en septiembre de 1939, al iniciarse la guerra. Heydrich lo expuso entonces en una reunión resumiendo sus líneas directrices en una nota del 21 de septiembre.

Este plan comprendía dos puntos principales. El primero, que los judíos debían ser evacuados, en la medida de lo posible, de los territorios ocupados - que posteriormente serían anexados al Reich -, a la parte de los territorios polacos que quedarían fuera de las fronteras del Reich, y que poco después formarían el nombre de Gobernación General, a la cabeza del cual se colocó a Hans Frank, en octubre de 1939. El segundo, en cuanto a los territorios de esta Gobernación General, donde los judíos debían quedar reunidos en un pequeño número de centros urbanos, próximos a las líneas de ferrocarriles. Serían creados Consejos judíos bajo cuya responsabilidad se ejecutarán las órdenes alemanas. Se trataba, en suma, de la "ghettoización" de los territorios polacos fuera del Reich. La tarea fue supervisada por Eichmann y una de sus primeras ideas que llevó a la práctica fue la creación de las reservas judías de Nisko y Lublín, que preveía la deportación masiva a estas regiones de los judíos de la Gobernación General. A pesar del fracaso del plan, se convirtió en el modelo de las deportaciones masivas judías por el resto de la guerra.

Otro plan elaborado por los servicios de Eichmann impulsaba la inclusión, dentro del futuro tratado de paz con Francia, de una cláusula que permitiría la instalación de una reserva judía en la isla de Madagascar. En uno de sus testimonios Wisliceny, uno de los ayudantes de Eichmann dice que la expresión "solución final" fue especialmente empleada para designar este plan en cuestión.

Hacia fines de 1940 la oficina de Eichmann controlaba a todos los judíos dentro del Reich. Un equipo designado por él fue enviado a asesorar a diferentes gobiernos en la aplicación de las políticas antijudías, exceptuando la región de Escandinavia y las zonas donde actuaban los Einsatzgruppen (grupos de acción) El equipo estaba integrado entre otros, por:
Alois Brunner, asistente de Eichmann: entre noviembre de 1939 y septiembre de 1944, dirigió las deportaciones de los judíos de Viena, Moravia, Salónica, Niza y Eslovaquia. Desapareció después de la guerra y fue condenado a muerte en ausencia en un juicio en París en 1954. Se le concedió asilo finalmente en Siria, donde se informó de su muerte en 1992.

Theodor Dannecker: dirigió la confección de los listados de judíos franceses para la deportación en 1941; fue nombrado comisionado en Italia en 1944; después de la guerra fue capturado por los americanos y se suicidó en un campo de prisioneros.
Dieter Wisliceny: introdujo el uso de la Estrella de David como distintivo de los judíos. Fue el responsable de la deportación y asesinato en masa de los judíos de Eslovaquia, Grecia y Hungría. Después de la guerra fue extraditado a Checoslovaquia, donde fue ejecutado en febrero de 1948.
Hermann Alois Krumey: miembro de la Policía de Seguridad en Lodz. En 1944 fue enviado a Hungría para organizar la deportación de la comunidad judía húngara. Fue arrestado en Italia en 1945, y después de varios juicios fue sentenciado a cadena perpetua en 1969.
Franz Novak: su función fue la de coordinar los transportes ferroviarios desde cada país hacia los campos de concentración. Hasta 1961, Novak se ocultó en Austria. Juzgado por sus crímenes en 1964, fue sentenciado a 8 años de prisión, aunque el juicio fue anulado en 1966, siendo absuelto de los cargos y liberado.

Gustav Richter: en abril de 1941 fue enviado a Rumania como Asesor de Asuntos Judíos. Realizó el censo de los judíos de Rumania, planificando la deportación a guetos y exterminación de cerca de 300.000 judíos en el campo de Belzec. Sus planes fracasaron cuando Rumania rompió relaciones con Alemania. Fue sentenciado a 4 años de prisión en 1982.
Wilhelm (Willy) Zöpf: delegado de Eichmann en La Haya, responsable de los judíos de los Países Bajos.
Heinz Rothke: destinado en Francia.
Franz Abromeit: destinado en Croacia y Hungría.
Otto Hunsche y Siegfried Seidl: destinados en Hungría.

La tercera frase del profesor Bauer alude a las nuevas perspectivas que se abren para la resolución de la cuestión judía durante el curso de los preparativos con vistas a la agresión contra la Unión Soviética. En marzo de 1941 Hitler ordena a la Comandancia de la Wehrmacht que después de la penetración en la Unión Soviética, se proceda al exterminio de todos los comisarios políticos del Ejército Rojo, así como a los prisioneros judíos o sospechosos de comunismo activo. Al mismo tiempo otorga a Himmler poderes especiales para suprimir a todos aquellos elementos de la población soviética que él estime peligrosos para la seguridad alemana u opuestos a sus intereses. En virtud de estos poderes otorgados, Himmler ordenó la formación de los llamados "grupos de acción" del S.D. (Einsatzgruppen). Estos estaban estrechamente relacionados con la Wehrmacht y su trabajo consistía en llevar a buen término la matanza de toda la población judía. El informe global de Heydrich, fechado el 20 de febrero de 1942, sobre los Einsatzgruppen, decía textualmente: "La eliminación radical de los judíos" vista su "actitud hostil y criminal".

Una parte del judaísmo europeo, la que vivía dentro de las fronteras soviéticas, fue condenada a muerte por una orden de Hitler. ¿No podía esta orden ser aplicada también al resto del judaísmo europeo? Sin duda alguna las autoridades nazis llegaron a esta conclusión. El 31 de julio de 1941, comienza una nueva fase dentro de la cuestión judía: por un decreto, Goering encarga a Heydrich preparar la "solución global" y "final" del problema judío. Dentro de las actividades que este decreto promueve, Eichmann continuará jugando un papel central. El objetivo es acelerar, con la ayuda de todo el aparato del Estado, la solución de la cuestión judía, bajo la dirección del R.S.H.A. En octubre de 1941, 20.000 judíos del Reich son deportados al ghetto de Lodz, en la vecindad del cual se hacen los preparativos para el exterminio. En noviembre del mismo año, 50.000 judíos son deportados del Reich a Riga y a Minsk, donde han de ser liquidados por los Einsatzgruppen. Según Wislinceny, Eichmann había afirmado llevar la iniciativa en estas deportaciones. La Sección IV-B-4 es la encargada de ejecutar la acción, y el dinamismo de Eichmann no pudo menos que complacer a Heydrich.

En octubre de 1941 participó en las conversaciones sobre la “Solución Final” donde se plantea abiertamente el problema de la técnica a emplear en el exterminio en masa de los judíos debido a las dificultades que provocarán las liquidaciones masivas en la Unión Soviética practicadas por así decirlo, en público. En este momento interviene Eichmann en el asunto. Bajo las órdenes de Heydrich organizó la Conferencia de Wannsee en enero de 1942 para coordinar el exterminio de todos los judíos de Europa. No solamente es el encargado de preparar la reunión y será luego el ejecutor de la mayor parte de las decisiones que en ella se tomen, sino que será también el encargado de organizar las deliberaciones sobre cuestiones en las que no existe acuerdo.

Heydrich proclama en la Conferencia que ha sido investido por Goering del cargo de Encargado de la "solución final" de la cuestión judía en Europa. Declara que la única posibilidad de "solución", y para la que ya ha sido obtenido el consentimiento del Führer, consiste en la "evacuación hacia el Este", solución ésta que reemplazaría a la de la emigración. El texto del informe atestigua que el concepto "evacuación hacia el Este" ha sido creado por él, al ser encargado por Hitler de encontrar una solución al problema judío en Europa. En términos vagos, pero lo suficientemente sugerentes, Heydrich indica el sentido dado a esta "evacuación”. Todos los judíos aptos para el trabajo serán trasladados hacia el Este e internados en campos de trabajo. A lo largo de estas peregrinaciones trabajarán en la construcción de carreteras. La mayor parte de ellos sucumbirán antes de llegar a su destino. Los más fuertes, que hayan sobrevivido a estas peregrinaciones, serán tratados "en conformidad", es decir, eliminados. No es conveniente que la raza judía se perpetúe y menos a través de sus elementos más fuertes.

Una vez aprobado el proyecto, Eiochmann queda a cargo de la logística de las deportaciones a los campos de exterminio. También diseñó con sus colaboradores el sistema para apresar a los judíos y expoliar sus bienes. El Ministerio para las Regiones Ocupadas del Este se ocupa de esta cuestión: trata de organizar cámaras de gas con ayuda de un especialista de la Cancillería del Führer. Eichmann secundó este proyecto designando especialmente los campos cerca de Riga y Minsk, y también un campo de la región de Lodz. (Se trata de Chelmno, primer campo en el que se instalaron, en diciembre de 1941, cámaras de gas.) Esta intervención de Eichmann no fue ciertamente fortuita. Según el testimonio de Gerstein, oficial del Departamento Sanitario de la S.S., Günther, del R.S.H.A., le había transmitido en junio de 1942 la orden de trasladarse al campo de exterminio de Belzec para los ensayos de gaseamiento con ácido prúsico. Günther era el adjunto de Eichmann en la Sección IV-B-4. Hoess, comandante de Auschwitz, testimonia por su parte, de que era de Eichmann de quien recibía todas las órdenes concernientes a los exterminios de judíos.

Himmler resumió las condiciones y el sentido del exterminio de los judíos, en una reunión de todos los Gruppenführer S.S en Posen en 1943: “Yo entiendo por evacuación de los judíos, el exterminio del pueblo judío”. Glorifica a los verdugos que, según él, “han permanecido amontonando convenientemente los cadáveres” y califica a la acción en su conjunto como “página de gloria en nuestra Historia, pero una página que no deberá nunca ser escrita, que deberá permanecer secreta y de la cual los S.S tendrán el pudor de no hablar jamás a no ser entre ellos”. Ninguna orden de Hitler ordenando el exterminio de los judíos aparece en parte alguna. Las directrices encaminadas a encontrar una “solución final” emanan de Hitler, pero el sentido fue dado por el R.S.H.A

La actividad desbordante de Eichmann referente a las deportaciones de los judíos de Eslovaquia, Francia, Holanda, Bélgica, Grecia, Croacia, Bulgaria, Hungría, Rumania y su continuo alentar a las autoridades militares a una acción mortífera en Serbia dejaron huellas: en la mayor parte de los casos documentos y testimonios, que acusan a Eichmann y lo eximen de su pretendida inocencia y de haber solamente cumplido órdenes. Eichmann dirigió personalmente las deportaciones de Hungría y fue responsable directo del ghetto de Terezin. En Hungría, al igual que en otros países, se encontró con muchos intentos por salvar a judíos. En algunos casos los frustró, como en Rumania y Bulgaria; en Hungría, en cambio, intentó acordar su salvación a cambio de dinero y mercancías.

Cuando se acerca la derrota, el furor de Eichmann por intensificar las deportaciones de los judíos hacia las cámaras de gas se desborda. Por el contrario, Himmler empieza a hacer planes más fantásticos que los económicos. Cree que su autoridad puede seducir a los aliados del Oeste, quienes, imagina él, encontrarán en su persona el hombre capaz de darles una Alemania todavía fuerte y controlada. Pero para ello, había que detener la acción contra los judíos. Hubo conversaciones para detener las deportaciones de Hungría a Auschwitz, a cambio de material o medios económicos al Reich por parte de los Aliados, se detuvo en octubre de 1944 el exterminio en los campos, se ordena evitar las matanzas de última hora en los campos de concentración antes de su evacuación o rendición ante los Aliados. Eichmann aparece ahora como un saboteador de todas estas medidas y disposiciones, según diferentes testigos. Todos coinciden en afirmar la actitud negativa de Eichmann en los esfuerzos de última hora para detener las matanzas contra los judíos. Son suficientes para clasificar a Eichmann de indócil, incontrolable, con vida e iniciativa propias.

Otro aspecto de las actividades dirigidas por Eichmann es el de la contribución indispensable que le proporcionaba la autoridad militar del Tercer Reich. La comandancia y tropas de la Wehrmacht necesitaban del rigor inhumano de la Gestapo para hacerse respetar por la población de los países invadidos. Esta situación ponía a las autoridades militares en la obligación de prestarse a cumplir con el programa del R.S.H.A. También es necesario poner en evidencia la existencia de un vasto sector del pueblo que permitió al R.S.H.A lanzar y desarrollar la “solución final”.

La llamada “cultura nazi” había deformado el espíritu de las masas, de las que salían elementos como Eichmann y sus semejantes. Los dirigentes regionales del Reich, los dirigentes civiles y policiales en los territorios extranjeros invadidos, los servicios del ministerio de Asuntos Exteriores, agudizaban el celo del R.S.H.A ¿Y cuántos eran dentro de los medios populares, los que estando enterados, por haberlo visto o haber oído de lo ocurrido, que se mantenían indiferentes con el sentimiento vago de que en cierta manera los judíos se merecían todo lo que les estaba ocurriendo?



Al finalizar la guerra, Eichmann huye a Argentina con un documento emitido por la delegación en Génova del Comité Internacional de la Cruz Roja el 1º de junio de 1950 a nombre de Riccardo Klement, natural del Tirol del sur, Italia, y de condición apátrida. Con este documento recibe el permiso de inmigración del Consulado General de la República Argentina en Génova, donde embarca en el “Anna C” rumbo a Buenos Aires.


Para completar la identidad falsa, en el documento se afirmaba que Klement había nacido en Bolzano, una región del norte de Italia, que no conocía a su padre y que llevaba el apellido de su madre. En el casillero correspondiente a profesión, decía que era " técnico". En el de nacionalidad figuraba " apolide", es decir, apátrida, que no era reconocido por ningún Estado. Además se lo describía con pelo castaño, ojos celestes y nariz regular. En el frente del documento hay una foto de Eichmann y al lado, con tinta roja, una impresión de uno de sus pulgares. Ese disfraz le permitió al ex jefe de la Oficina de Asuntos Judíos del Tercer Reich pasar algunos años de tranquilidad en la Argentina. Primero se instaló en Tucumán, donde trabajó para Capri, una empresa de ingeniería que empleó a varios nazis. En 1952 logró traer a su familia al país. Ocho años más tarde trabajaba para Mercedes-Benz y vivía en la calle Garibaldi, en San Fernando. Allí lo encontró el Mossad.

domingo, 12 de agosto de 2007

Israel en ORT

Para obtener más información relacionada específicamente con Israel, te invitamos a entrar al blog de nuestro shaliaj: http://blogshaliaj.blogspot.com/
Que lo disfrutes!

jueves, 9 de agosto de 2007

Parashat Reé

Sábado 11 de agosto

Rabino Yerahmiel Barylka

"Mira: Aquí pongo hoy delante de ustedes, bendición y maldición" Deuteronomio 11:6.
"…una nueva bendición surge cada día, porque el Santo Bendito renueva todos los días la Creación, y cuando la creación se renueva, surge nueva bendición. Por ello se debe elegir uno de los (dos) caminos
cotidianamente" (Sfat Emet)

Todo ser humano se encuentra permanentemente frente a una realidad cambiante que le presenta dilemas no siempre fáciles: el bien y el mal, la verdad y la mentira, bendición y condenación, y las reglas que hace poco podrían ser válidas para la toma de decisiones, ya no lo son hoy. El mundo cambia, y junto con él las ideas y las normas. Ni qué hablar de nuevos avances en informática, matemática aplicada y tecnología de telecomunicaciones y los problemas bioéticos provocados por el desarrollo de la ciencia, biotecnologías, las tecnologías reproductivas y el Proyecto Genoma Humano.

A la mayoría de los dilemas cotidianos acudimos pobremente armados y los contestamos casi intuitivamente. Pero, la parashá de esta semana, nos desafía dándonos el derecho del libre albedrío, "la bendición, si oyeren los mandamientos de H' su D-os, que Yo les prescribo hoy, y la maldición, si no oyeren los mandamientos de H' su D-os, y se apartaren del camino que Yo les ordeno hoy, para ir tras dioses ajenos que no han conocido'. Somos nosotros quienes elegimos y al hacerlo, asumimos la responsabilidad por nosotros mismos, pero, también por nuestros semejantes.

¿Qué nos dice el versículo? –que la bendición está en elegir correctamente. Esa es la bendición. La maldición es la actitud incorrecta.
Dañar a la naturaleza nos trae maldición. No sólo nos daña a nosotros, sino también a quienes sin que nosotros los conozcamos y a quienes muy probablemente, no veremos jamás.

La lectura de esta semana está llena de mitzvot y es apenas la primer parte del largo listado que se prolongará por otros 15 capítulos y desde el primer versículo tiende a contestar la pregunta de la parashá de la semana pasada que es: "Y ahora, Israel, ¿qué es lo que H' tu D-os te exige?".
De pronto, nos encontramos frente a nosotros con la posibilidad de elegir, que no parece ser un derecho, sino más bien una obligación.

Le preguntaron al rabino de Kobrin de bendita memoria: ¿Qué es lo más importante que debemos hacer? Y el maestro contestó que lo importante es lo que debemos hacer ahora mismo. Tocar el shofar es muy significativo, pero, hay que hacerlo en Rosh Hashaná; comer matzá es primordial…, pero, en Pesaj. Hoy hay que apartarse del mal –dijo- y lo que podemos reparar hoy, ya no lo podremos hacer otro día (Netivot Shalom, parashat Reé).

Si nos encerramos y aislamos permanecemos en el mundo del ayer. Para saber el hoy del primer versículo de la parashá, nos debemos re-unir a la realidad, a sus problemas tan intrincados y complejos, y sólo así podremos cumplir con el Pacto del Sinaí, siendo relevantes a nuestra época y a nuestro tiempo.

Lo que hacemos en nuestro accionar no influye sólo sobre nuestro pequeño mundo cercano sino también en el mundo globalizado, en la existencia toda.
Ese es el significado de verdadero de una buena elección.

Si nuestras acciones se dirigen "leshem Shamaim", para responder lo que se exige de nosotros judíamente, y seguimos ese manual letra por letra, sabremos introducir el espíritu de nuestra elección en cada rincón de nuestra vida. Podremos evaluar las elecciones grandes y pequeñas, en cada uno de los terrenos de la vida. No elegiremos sólo lo que sentimos es bueno para nosotros o nos produce mayores ganancias o placeres inmediatos, sino, lo que mejorará nuestra vida espiritual (incluyendo temas que parecieran alejados de un dilema judío como la elección de la ciudad y la zona de nuestra vivienda, nuestros amigos, la educación de nuestros hijos), y lo que ayudará que el "otro" esté mejor.

Oír la voz de H' es la bendición por sí misma.
Por ello, las bendiciones concretas no aparecen aquí sino recién en la parashá ki tavó. Moshé enumera aquí 25 de los 613 preceptos, colocando en el centro el de la tzedaká. No en vano Reé es leído o en el plenilunio de Elul o antes que ocurra. A un mes y días del año nuevo. Tzedaká nos salva de la muerte, porque salva a otros de la vida desdichada.

Este shabat leeremos en la Haftará un texto de Isaías 54:11, “¡Pobrecita, afligida, atormentada y sin consuelo! ¡Te afirmaré con turquesas, y te cimentaré con zafiros! Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. El Señor mismo instruirá a todos tus hijos, y grande será su bienestar. Serás consolidada en justicia; lejos de ti estará la opresión, y nada tendrás que temer; el terror se apartará de ti, y no se te acercará…"
El profeta habla de Israel como de una mujer pobre y desconsolada y garantiza que sus opresores no triunfarán.

Nuestra parashá inicia con Reé, -observa- una visión de los ojos pero que se eleva a una visión espiritual. ¿Pudo acaso Moshé mostrar las bendiciones y las maldiciones? Evidentemente no. Pero, el pueblo pudo aprender de la experiencia pasada, del resultado de sus elecciones anteriores, en la familia y en el pueblo.
Pero, no nos engañemos. La elección no es fácil. Hay caminos que comienzan abruptos que parecen infranqueables y finalizan en carreteras pavimentadas y lisas y hay otros que se presentan perfectos, cementados, enjardinados, y perfumados, que en el mejor de los casos llevan a ningún lado y en el peor a estrellarse a gran velocidad.

Reé, nos dice la Torá. Mira el corto plazo y mira el largo. Echa un vistazo con tus ojos bien puestos y sabrás que camino te bendecirá.
Y si te resulta difícil, opta siempre por la tzedaká, el camino de la justicia que es la solidaridad con el prójimo.

Shabat shalom desde Sión

Conferencia del Profesor Micha Acher


El miércoles 8 de agosto en la Sede de Almagro, nos brindó el Profesor Micha Acher, Vicedecano de la Facultad de Química de la Universidad Hebrea de Jerusalem, un conferencia acerca de Nanociencia y Nanotecnología.

Esta Conferencia forma parte del plan de trabajo del Departamento para el 2008, ofrecer a nuestros alumnos un espacio académico de alta calidad. Incluir en la curricula clases con especialistas, videoconferencias con profesores de las Universidades de Israel, entre otras actividades.

Participaron en la conferencia más de cien alumnos de las especialidades de Química y Electrónica. El disertante explicó los avances de la ciencia en este área y específicamente los trabajos que se están desarrollando en la Universidad Hebrea de Jerusalem.
El profesor Acher fue acompañado por autoridades de la Fundación Amigos de la Universidad Hebrea de Jerusalem en la Argentina y de la Agencia Judía.

lunes, 6 de agosto de 2007

Adolf Eichmann y la toma de decisiones en la “Solución Final” de la Cuestión Judía

(primera parte de tres)



Prof. Abraham Zylberman

Entre los personajes más representativos del Tercer Reich que debieron responder por los crímenes del régimen nazi, ninguno estuvo tan íntimamente vinculado a la elaboración y dirección de la llamada Solución Final de la Cuestión Judía, el exterminio de los judíos, como Adolf Eichmann. Herman Goering, juzgado en Nuremberg por el Tribunal Militar Internacional, fue a quien Hitler confió la cuestión judía. Pero él no se ocupó activa y personalmente sino de la expropiación de los bienes de los judíos, encargando el resto a otros dirigentes del Reich. El Tribunal Militar también juzgó a Ernest Kaltenbrunner, superior de Eichmann y quien desde la muerte de Reinhard Heydrich en 1942, dirigió la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA). Pero su testimonio no brindó explicaciones suficientes sobre las cuestiones esenciales, aunque desde finales de 1939 su Departamento IV - la Gestapo - fue el encargado de dirigir y ejecutar la acción que debía conducir al exterminio de gran parte de los judíos de Europa. En la época de su nombramiento había sido ya decidida, organizada y puesta en práctica de una manera enérgica. Kaltenbrunner sostuvo que él se había limitado a "dejar hacer" a la Gestapo, sin inmiscuirse en la cuestión.

Muchos otros dirigentes o funcionarios que ocuparon altos cargos en la Oficina encargada del exterminio físico de los judíos, aun teniendo cierta responsabilidad, se ocupaban de los aspectos secundarios de la solución fina”. Pero las funciones ejercidas por Eichmann, lo ubican en la convergencia entre las decisiones supremas y su puesta en práctica, de la que él era responsable. Eichmann era quien dirigía tácticamente la acción en sus menores detalles. Y su trabajo no podía ser efectivo si desconocía el desarrollo estratégico de la acción.

El desarrollo del plan de exterminio de los judíos emprendido por el Tercer Reich es conocido actualmente en todos sus detalles. Lo que está sujeto a especulaciones teóricas es la fuente de las iniciativas fundamentales y de las decisiones finales, y su encadenamiento. Los documentos que nos han dado a conocer la organización de este acto esencial del nazismo, nos permiten entrever un complejo conjunto de responsabilidades que no siempre corresponden a la idea de distribuir las actividades, donde el Führer imagina y decide y sus subordinados reciben y ejecutan sus órdenes, transmitiéndolas, por grados, hasta llegar al eslabón más bajo de la jerarquía.


LOS INICIOS

Adolf Eichmann era el hijo mayor de una familia de 5 hermanos, nacido en Solingen, Alemania, en 1906, que se trasladó a Linz, Austria. Aquí, considerado extranjero, no pudo conseguir trabajo. Sus padres tenían entre sus amistades a Ernst Kaltenbrunner, dirigente nazi de origen austriaco, cuya sede partidaria estaba en Linz. Por su intermedio, Eichmann ingresó al Partido nazi en Austria el 1º de abril de 1932, siendo el afiliado 899.995. El mismo día se enroló en la SS (Nº 45.325) siendo transferido a Berlín el 1º de octubre de 1934 a la sección II 112 del Servicio de Seguridad (SD), que se ocupaba de los asuntos judíos, convirtiéndose en uno de los principales planificadores y ejecutores de la política antijudía de la SS.

En 1937 viajó a la entonces Palestina pero los británicos no le permitieron ingresar al país. En este viaje, llegó a la conclusión que la creación de un Estado judío no era del interés alemán. Después de la anexión de Austria a Alemania en marzo de 1938 se hizo cargo de organizar la emigración de los judíos y diseñó una táctica que no les dejaba otra elección: confiscó sus bienes destruyendo su base económica y los amenazaba para forzar su salida. Se apoderó además, del control de las instituciones comunitarias y obligó a los dirigentes a cooperar con los planes de emigración. En esta circunstancia, modificó su postura anterior y comenzó a cooperar con las agencias de emigración judía ilegal a Palestina, convirtiéndose en uno de los principales interlocutores nazis con el movimiento sionista. Fue uno de los que pensaron en la viabilidad de crear un Estado judío en el este de Europa si ello no era posible en Palestina. Con el fin de lograr una mayor eficiencia, creó en Viena la “Oficina Central para la Emigración Judía” en agosto de1938. Poco después de la Kristallnacht, Goering creó una oficina similar en Alemania. Eichmann estableció en 1939 otra en Praga. Eichmann no se instalará en Berlín hasta la derrota de Polonia. Mientras tanto fue encargado, desde la creación del Protectorado de Bohemia y Moravia, de organizar en Praga una Oficina Central para la solución de la cuestión judía, con el mismo fin que el Centro de Viena, pero que se diferenciaba de aquél por la aplicación de procedimientos brutales y amenazas de internamiento en campos de concentración para obtener de la comunidad judía financiación para las deportaciones masivas de los judíos de condición humilde.


LA POLÍTICA NAZI ANTIJUDIA

El historiador Yehuda Bauer describe en tres frases el dramatismo de los tiempos vividos por los judíos bajo el régimen nazi. Primero dijeron que “no pueden vivir entre nosotros como judíos”; luego, “que no pueden vivir entre nosotros” y finalmente, “no pueden vivir”. La primera frase se relaciona con los primeros años del régimen, entre 1933 y 1935, cuando se aplicaron medidas progresivamente restrictivas: los judíos fueron paulatinamente excluidos económica y profesionalmente de la vida alemana. El boicot económico, la sanción de leyes prohibiendo realizar tareas en áreas de cultura, medicina, derecho, educación, fue suficiente presión para que comience la emigración. El Acuerdo de Transferencia realizado con Palestina, que permitía que llevaran parte de su capital, facilitó la decisión de abandonar el “espacio vital” alemán por parte de miles de judíos.

La segunda frase corresponde a la etapa 1935 y 1939. A partir de la sanción de las Leyes Raciales de Nuremberg en 1935, los judíos perdieron su categoría de ciudadanos alemanes, agudizándose la política de exclusión y la presión para que abandonaran el territorio alemán. Después de que la numerosa comunidad judía de Austria se encontró dentro de las fronteras del Gran Reich con su anexión a Alemania en marzo de 1938, se dio el primer paso en la “solución radical” de la cuestión judía. Esta tarea le fue confiada a Adolf Eichmann. Se trataba todavía de una acción difusa: organizar la emigración de los judíos de Austria, obligarlos por un breve procedimiento a emigrar a la mayor brevedad, mientras que sus bienes debían quedarse en el Reich. Al mismo tiempo se pretendía liberar, según las posibilidades del momento, un territorio del Reich de su población judía. La Oficina Central para la Emigración Judía que Eichmann, organizó demostró ser muy eficaz: coordinaba la acción de diversas autoridades y organismos, entre ellos organizaciones judías, con vistas a obtener también la emigración en masa de la población judía necesitada. Esto complementaba las ideas de Himmler, que por entonces quería resolver la cuestión judía en Alemania por medio de una emigración, que si fuera necesario, sería forzada. Eichmann se hace cargo de esta tarea y todas las administraciones que se ocupaban de tareas de emigración fueron agrupadas en esta Oficina.

Un paso decisivo fue dado en noviembre de 1938, como resultado del atentado cometido por el joven judío Grynszpan contra el consejero de la Embajada alemana en París, von Rath. El pogrom conocido como la “Noche de los Cristales” fue el momento culminante de la aplicación de la política antijudía. La violencia desatada contra hombres, bienes y propiedades, no tenía antecedentes. Goering da a conocer las intenciones secretas de Hitler: el Führer quiere organizar un lugar de refugio para la población judía de la que el Reich aspira a liberarse. Además, sugiere que, en caso de desencadenarse una nueva guerra mundial, el Reich procedería a arreglar sus cuentas con los judíos. Esta última amenaza sería lanzada poco después por Hitler al mundo entero en su discurso del 30 de enero de 1939 ante el Reichstag. Hitler presenta su amenaza como una profecía, que trataba nada menos, que de la eliminación de la raza judía en Europa. Estas palabras, expresan una advertencia ante el mundo de hasta dónde era capaz de llegar el espíritu del nazismo. Un mundo que se mostraba indiferente ante el destino de los judíos, como ya se había visto en la Conferencia de Evian en 1938, donde ninguno de los países representados aceptó incrementar la cuota de inmigrantes judíos bajo distintos argumentos, salvo la República Dominicana o el caso del “Saint Louis”, a cuyos viajeros se les prohibió descender tanto en Cuba como en Estados Unidos y debieron volver a Europa.

Parashat Ekev


Rabino Yerahmiel Barylka


“Y será que, por haber oído estos derechos, y guardado y haberlos puesto por obra, guardará contigo H’ tu D-os el pacto y la misericordia que juró a tus padres; Y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que El juró a tus padres que te daría”
Devarim 7:12-13

La parashá de esta semana trata en sus 111 versículos, diversos temas.
Hoy recurriremos a un comentario de Ovadia Sforno, el gran exégeta bíblico que muriera hace 457 años, que al llegar a Roma estudió filosofía, matemáticas y lingüística, pese a que su profesión más importante fue la medicina. Profesión que no le alcanzó para ganar su sustento ni para pagar las deudas contraídas con su hermano Jananel que le ayudó en sus gastos, por lo que tuvo que cambiar de ciudades hasta asentarse en Bologna cerca de los Apeninos, donde al fin pudo dedicarse también al estudio y a la enseñanza de la Torá.

Fiel a su interpretación cercana al texto, nos dice que no hay en los primeros versículos de la parashá una declaratoria respecto al beneficio que nos tocaría por haber cuidado las mitzvot de H’. No hay aquí un enunciado como el de algunos padres o maestros que dicen, “si se van a portar bien, y harán lo que yo les digo, yo les daré un premio”. Los hijos de Israel, dice Sforno deben cumplir con los preceptos por el amor que sienten a D-os, sin pensar en la gratificación y recién entonces recibirán como consecuencia que H’ cumpla con ustedes, su parte del Pacto.
El Pacto será cumplido por H’ en todas las generaciones tal como lo prometiera en Bereshit 17:7: “Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por D-os, y a tu simiente después de ti”.

Es producto del contacto directo entre H’ y el pueblo de Israel. Contacto que es eterno, imperecedero e indestructible. Tal como aprendemos de Kohelet 3:14: “He entendido que todo lo que D-os hace, será perpetuo: sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y D-os lo hace, para que delante de Él teman los hombres”.
Hay dos posibilidades de contacto: uno – directo, el otro con intermediación. Los que están en presencia de H’, reciben el reconocimiento en el Mundo por venir y los últimos en forma inmediata. La Torá, nos dice Sforno, recuerda que H’ cuidará de la misericordia que le debe a los Patriarcas, independientemente de cumplir meticulosamente el Pacto signado por Él con el pueblo.
Hay dos maneras de cumplir con un pacto, la una es seguir los procedimientos legales, esperar hasta el último momento, iniciar juicios, discutir, lagrimear, insultar, y al final se cumple. Hay otra, que es el cumplimiento del pacto por amor. No necesita de recordatorios. Se hace con alegría. Con pasión. Cuando hay amor, nadie reclama el cumplimiento de ningún pacto. Ni hace falta. Y, si alguien se atrasa, el otro sabe que no fue por mala voluntad. Espera incluso hasta el mundo venidero.

Veamos –dice Sforno- los versículos de la parashá anterior: “Conoce, pues, que H’ tu Señor es D-os, D-os fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones” (9:7).
Como vimos más arriba Sforno al final encuentra su lugar en la ciudad de Bologna donde se asienta pero su comunidad, como tantas otras en el mundo y en la historia judía, se divide en grupos y ello le afecta personalmente provocándole un grave dolor. Pero, el sabio, médico de cuerpos, es también curador de almas y es optimista acerca del fin de los conflictos entre su propia gente.
Para poder llegar a los objetivos entiende es necesario cumplir con la Ley, con el Derecho, con las Normas.
“El rey que actúa con justicia afirma la Tierra”; cita a Mishle 29:4, para entender sus caminos y para ilustrar los nuestros.
“Cuidarán de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que vivan, sean multiplicados y entren a poseer la tierra que H’ prometió con juramento a sus padres”, leímos en el primer versículo del octavo capítulo de Devarim, sin desesperar, con fe y con amor, ya que en su momento llegará el cumplimiento de la Promesa Divina.
En nuestros días, esta lectura simple del texto según el gran comentarista italiano, no ha perdido actualidad.

Seguimos discutiendo aquí en Israel y en cada uno de los países de la Golá, cuándo se podrá ver cumplido el compromiso divino. Exigiendo siempre a la Otra parte lo que no somos capaces de exigirnos a nosotros mismos, nunca además satisfechos por lo obtenido, y por lo general incapaces de verlo.
Es una muestra de falta de fe, sin duda, pero, peor aún, es una demostración de la falta de amor incondicional. Nos quejamos del concepto del temor reverencial, y exigimos poder servir con amor. Pero, el temor, como el dolor, esos medios defensivos tan importantes nos han abandonado, pensando que somos superhombres, y por ello fracasamos y no somos capaces de defendernos de nuestros enemigos externos ni de aquellos que nos acosan desde dentro de nosotros mismos. Pero, al amor no hemos llegado ni por lejos.
De pronto pensamos que nuestros triunfos y alcances son producto de nuestra propia capacidad sin entender que los hemos recibido como don o que nuestros fracasos son consecuencia de habernos quedado solos, abandonados de la mano de H’.

Y viene nuestra parashá y nos convoca a entender la importancia de la normatividad y de nuestras obligaciones en el pacto bilateral que firmamos, para cumplir con amor nuestras obligaciones sin esperar el premio, sabedores que el pacto es eterno.
El vehaia del shemá que nos aparece en la parashá nos obliga a elegir.
Y si eligiéramos correctamente, (Devarim 11: 22-25), -“… si guardaren cuidadosamente todos estos mandamientos que Yo les prescribo para que los cumplan, y si amaran a H’, su D-os, andando en todos sus caminos y siguiéndolo a Él, H’ también echará de su presencia a todas estas naciones, y desposeerán a naciones grandes y más poderosas que ustedes. Todo lugar que pise la planta de su pie será de ustedes… Nadie se sostendrá delante de ustedes; miedo y temor de ustedes pondrá H’, su D-os, sobre toda la tierra que pisen, como Él ha dicho”.
Esta es la bendición por el amor. Este es el refrendo y la revalidación del Pacto.