martes, 11 de marzo de 2008

A 16 años de la voladura de la embajada

La herida continúa abierta

Por Luciano Stilman, especial para Comunidades












El tiempo pasa y parece que cada vez más rápido. Los que aquel 17-03-92 eran niños, hoy ya son adolescentes. Los adolescentes de aquel entonces ya son adultos, y muchos de los adultos que vivieron uno de los días más nefastos de la historia de nuestro país hoy ya no están. ¿Alguna de todas esas generaciones, o las siguientes, podrán ver cómo se hizo justicia? La respuesta, pese a ser muy poco optimista y dura, por ahora es no.

Se cumplen 16 años del atentado perpetrado contra la Embajada de Israel de la calle Arroyo 916 a las 14.50 horas, que dejó 22 muertos y 350 heridos, y el tiempo parece jugar cada vez más en contra. La lentitud con la que se encaró la causa, y la poca predisposición por parte del gobierno menemista para que se investigue fueron algunos de los muchos inconvenientes que existieron a lo largo del tiempo. “Se sabe poco, esencialmente por una combinación de razones. En primer lugar porque no hubo voluntad del gobierno argentino en investigar el caso. Aquí el papel de la justicia tiene su importancia, pero no es decisiva, porque en todos los países quien está encargado de investigar cuando hay un hecho de esta naturaleza es el Estado, con sus agencias, la policía y los equipos de inteligencia. Principalmente en el caso de la Embajada, y también ocurrió en la AMIA, no hubo la menor voluntad de profundizar la investigación y prácticamente para el gobierno de Menem el atentado fue un problema de los israelíes y una cuestión que tenían que solucionar ellos y los judíos” nos contó Raúl Kollman periodista especializado en lo ocurrido en la Embajada de Israel.

Rápidamente surgen muchas preguntas. ¿Por qué fue en la Argentina? ¿Existieron intereses políticos?. “Se hace difícil dar un diagnostico del por qué. De entrada uno diría que hubo un atentado en la Argentina y no en Brasil, cuando todos los indicios fueron que hubo personas que estuvieron en Brasil y participaron de este atentado. Esencialmente la relación de Brasil con los países, gobiernos y regímenes árabes siempre fue buena y en cambio, aquí estaba el gobierno de Menem que le había hecho promesas durante la campaña electoral, y de esto hay constancia, de ayuda en el terreno de tecnología nuclear, entre otras, y muy probablemente, él, de origen islámico, haya sido visto como un traidor. Aunque siempre el objetivo es el conflicto de Medio Oriente, se apuntó en un país cuyo presidente fue considerado un traidor”, nos dijo Kollman.

Hace algunos días, una importante fuente judicial que prefirió no dar a conocer su nombre, habló con Comunidades sobre el día a día de la causa y contó que los avances actuales son de mantenerla en actividad “observando si las personas sospechosas dan un paso en falso, sobre todo en lo referido a sus movimientos financieros”, y también agregó que desde su punto de vista “en la causa Embajada ya se conoce el 100%, lo que faltan son los nombres”.

Esta fuente, que está muy al tanto de todo lo que sucede con la investigación, nos aclaró que el principal problema que existe es que el expediente es muy dependiente de los datos que deberían ser enviados desde el exterior, pero que no se los mandan y “no los entregan en pruebas judiciales, casi siempre dicen que no están seguros ciento por ciento y darlos puede perjudicar a la fuente”. Por ejemplo, nos aseguró que los investigadores de la causa tenían identificado al jefe del Hezbollah, la conexión local de miembros del Hezbollah y una persona de la célula que actuó fue reconocida en Medio Oriente. Sin embargo, comentó que Israel y EE. UU. no le hacen llegar a la Argentina la información de inteligencia y eso perjudica el avance de la causa.

En mayo de 2006 la Corte Suprema declaró que el caso iba a continuar abierto, situación que alivió a los familiares de las victimas. A pesar de ese gesto, 21 meses después, parece ser que no fue mucho más que un acto para mantener viva la esperanza: “El único avance que se produjo en algún momento de la causa fue cuando la Corte Suprema delegó la causa en el Secretario penal Esteban Canevari. Era tan deplorable la investigación que hasta ese momento se registraban 29 muertos, y cuando Canevari la tomó se dio cuenta que esa no era la cantidad, o sea que ni siquiera se habían contado bien los cuerpos, ni teníamos los nombres. Fue tan deplorable en esos primeros años que no se había hecho nada de nada, ni siquiera contar realmente quienes habían fallecido en el atentado. Lo de Canevari fue muy posterior a la explosión de la Embajada, de manera que encontrar pruebas en ese momento era casi imposible y mucho más imposible es encontrarlas en el 2006. El gesto de la Corte es burocrático “lo dejo abierto, no lo cierro”, pero no hay ningún tipo de investigación andando y hay un poco de espera a ver si cae alguien en el caso AMIA que pueda llegar a tener que ver con el de la Embajada”, nos comentó Raúl Kollman.
Uno de los recientes sucesos que roza a la causa fue lo sucedido el pasado 12-02 cuando uno de los principales líderes del grupo chiíta libanés Hezbollah , Imad Moughnieh, murió luego de la explosión de una bomba cerca de su auto en Damasco, Siria.
Imad Moughnieh era uno de los acusados por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA. El mismo tenía una orden de búsqueda y captura internacional decretada por la Corte Suprema. También, se lo involucra con el atentado contra la embajada estadounidense en Beirut, en 1982 y por el secuestro de un avión de la línea TWA en el aeropuerto de la misma ciudad en 1985.
El agregado cultural de la Embajada de Israel en Argentina, Iftaj Curiel, habló acerca de la muerte del líder del Hezbollah y nos aseguró que: “Este sujeto tenía mucho enemigos, no sólo Israel, sino también en los países árabes, EE.UU. y muchos más. En ese sentido, cualquiera pudo haber sido el autor del atentado. No se cómo va a afectar su muerte a la justicia argentina”.

Con respecto al autor del atentado, el agregado cultural de la Embajada no tiene dudas que “Hezbollah fue el responsable”. De la misma manera opina la importante persona dentro de la justicia, quien agregó un importante dato acerca de la llamada conexión local: “Como fue presentada por la prensa no existía. Decían que Hezbollah no podía hacer un atentado sin ellos, y este grupo nunca se conectó con nadie cuando hizo este tipo de actos”. A su vez, nos reafirmó que “Hezbollah no confía en nadie, ni en otros grupos terroristas como Hamas” y que la información acerca el modo que opera el grupo fue ratificado a la justicia argentina desde muchos lugares del mundo, entre ellos Israel.

Justamente, con respecto al autor del atentado, el pasado 27-02, la jueza estadounidense Ellen Segal Huvelle dio un fallo muy importante: condenó a Irán por el ataque a la Embajada.

Ella dictaminó que la República Islámica debe indemnizar a la familia del diplomático israelí de origen estadounidense David Ben-Rafael que falleció en el atentado, por más de 33 millones de dólares. La demanda había sido presentada ante la Corte Federal de Washington por la mujer del fallecido diplomático, Elisa Nili Cirilo Peres Ben-Rafael, el 21 de abril de 2006, en nombre de ella, sus hijos, los padres y las dos hermanas de David Ben-Rafael.

La jueza tomó en consideración que Hezbollah asumió públicamente la responsabilidad del atentado y existe "evidencia satisfactoria" que prueba que Irán estaba detrás de ese partido libanés pro iraní. Además, menciona las investigaciones realizadas por la justicia argentina durante la gestión de Néstor Kirchner.

Luego del fallo de la jueza estadounidense, Curiel nos comentó que no leyó la decisión de la Corte en EE.UU. pero “sé que tomó en cuenta la investigación argentina. De todas maneras, no se si esto vaya a ayudar a la Argentina, o si es el mismo material, pero sí creo que es otra señal importante hacia Irán que sus actos tienen consecuencias, y sus actos terroristas tienen consecuencias graves en todos los sentidos”.

Finalmente, nuestra fuente judicial nos volvió a aclarar que lo que faltan son los nombres de los culpables, y recalcó que “la causa de la Embajada está mucho menos oscura que la de la AMIA”. Además, nos afirmó que lo principal es intentar evitar que algo similar suceda en el futuro: “No me parece que haya más controles de cuando se cometieron los atentados. La seguridad interior está mucho peor que hace 15 años. Hubo dos graves atentados, pero todavía no se crean los instrumentos para prever otro, o saber cómo actuar en caso de uno. Hay que hacer políticas de estado para prever, se necesita una ley de seguridad interior que diga cómo investigar estos hechos”.

“Me parece que la justicia argentina está haciendo muchas cosas en los últimos años, con el Presidente Néstor Kirchner en la ONU, con los pedidos de captura internacional (en la causa AMIA). El trabajo es muy serio y con intención de llegar a la verdad y en ese sentido me parece muy importante. Nunca se sabe si vas a encontrar hoy o dentro de algunos años a esa gente, pero el rechazo internacional contra Irán es importante. Ellos tienen que entender que el terrorismo tiene su precio”., dijo Curiel.

Raúl Kollman no fue tan entusiasta y nos mencionó que cree después de tanto años es muy difícil investigar el caso, y las pocas chances son “que aparezca en algún momento un arrepentido que de alguna pista real sobre lo que pasó”. Además nos dijo que "ninguno de los dos atentados generó una conciencia nacional ", que ambos fueron “considerados un problema de los israelíes y de los judíos contra la AMIA. Me parece que la cuestión del terrorismo sólo tomó importancia con las Torres Gemelas, y hoy en día estamos muy lejos de una conciencia nacional en estos temas. Hasta hay algún nivel de justificación con el terrorismo islámico, ya que no se lo ve como organizaciones que tratan de implantar un régimen retrogrado desde el punto de vista de gobiernos teocráticos, de dominación de la mujer, de recortes de derechos humanos, de recortes de derechos de expresión. En la Argentina se lo ve, que también tiene, de contenido de lucha contra EE.UU. y los poderes que han mantenido en cierta marginación y pobreza a los países islámicos”.

Hace 5844 días que cada uno de los familiares de las víctimas está pidiendo que se haga justicia. Ojalá, el próximo año haya que escribir una nota contando con nombres y apellidos quienes fueron los culpables de esta marca que quedará abierta en el corazón de todos hasta que no vayan presos todos los responsables.